Alumudena Fernández Ostolaza
Almudena Fernández Ostolaza (Madrid, 1965). Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense y notaria por oposición desde 1991. También fue profesora asociada en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha residido por su profesión en diversos pueblos y ciudades, desde Almería hasta Santander, y actualmente vive en Bilbao.
En 2019 publicó su primera novela Primera instancia, en la que la joven jueza Inmaculada Alday hasta se enfrentaba a su primer caso de asesinato en un pequeño pueblo de Andalucía. En Segundas intenciones —nominada candidata al premio Euskadi de literatura 2024—, Inmaculada tendrá que resolver el homicidio de un potentado industrial, a la vez que sus propias dudas y complicadas decisiones sobre su inminente boda.
La crítica ha dicho de sus novelas: “El estilo de la autora es claro, sencillo y directo… La apreciarán sobre todo quienes, como es mi
caso, disfrutan con las novelas “jurídicas”. (Los libros que hay que leer) “El tercer paso magistral del comienzo de Segundas intenciones es la escena inicial. Me recuerda a Woody Allen en una de esas situaciones típicas suyas en las que un personaje se delata sin quererlo y muestra lo que de verdad tiene en la cabeza, lo que de verdad siente, que no es lo que aparenta pensar y sentir”. (Revista Calibre 38)
Biografía:
Fecha nacimiento: 19 septiembre 1947.
Nace en una familia salmantina residente en Vigo (Pontevedra) por ser el padre el director del Laboratorio Oceanográfico.
Estudia el bachillerato en el Colegio de los Maristas de esa ciudad.
Desde sus primeros estudios, divide su interés entre las Ciencias y las Letras, lo que le lleva a estudiar Física en Madrid, pero que deja por Filosofía y Letras en Salamanca. Un conflicto provechoso e irresuelto entre la ciencia y la escritura que trazará toda su biografía.
Muy joven, veinte años, comienza a trabajar con el novelista Angel Mª de Lera, que en ese tiempo dirigía el Mirador Literario del diario ABC. Se encarga de las entrevistas a escritores, lo que le permite conocer durante esos años a un gran número de autores: Salvador Espriu, Camilo José Cela, Luis Rosales, José Agustín Goytisolo, Ana María Matute, José María Gironella, Álvaro Cunqueiro, José Hierro, Antonio Buero Vallejo, Juan Antonio de Zunzunegui, Miguel Delibes… La vida dura y novelesca de Angel Mª de Lera, apasionante para un joven, le lleva a escribir su biografía, que, tras algunos problemas con la censura, se publica en 1971 en la editorial EPESA. No tuvo igual suerte su libro reportaje, encargado por Lera, sobre la migración clandestina portuguesa a través de España y camino a Francia y otros países europeos, Os carneiros. Durante este tiempo también escribe regularmente en los periódicos Faro de Vigo y El Adelanto, de Salamanca.
En 1974 lee en la Universidad de Salamanca su tesis doctoral. Una biografía de Filiberto Villalobos, ministro de Instrucción Pública durante la II República. En esos años tardofranquistas, pudo estudiar a este personaje republicano y acceder a sus archivos por la estrecha amistad que unía a las dos familias. La tesis recibió el Premio Extraordinario de Doctorado y el Premio del Patronato de la Universidad de Salamanca. Se publica el libro por el Centro de Estudios Salmantinos (CSIC) y tendrá posteriormente una segunda edición con motivo de la exposición en la Universidad de Salamanca sobre la obra social y política de Villalobos en el cincuenta aniversario de su muerte.
Inicia en ese año de 1974 su carrera como profesor universitario en la Universidad de Extremadura. A la vez que comienza una relación discipular con el historiador Manuel Tuñón de Lara, exiliado en Francia, y que en esos años organizaba los Coloquios de Pau. El curso 1979-80 lo pasa como profesor ayudante con Tuñón de Lara en esa Universidad de Pau (Francia).
Desde 1986 hasta 1995 mantiene anualmente estancias, como maître de conferences y professeur associé, en las Universidades de Paris 8-Vincennes-Saint Denis y Sorbonne.
En 1975 había visitado al sociólogo Edgar Morin en su casa de París interesado por sus estudios sobre el concepto transdisciplinar de crisis y mantendrá a partir de entonces, y durante unos años, una estimulante relación.
De esta época es el libro Historia y Crisis (1976) y posteriores publicaciones sobre formalización del concepto, así como un método de enseñanza de la Historia que pondrá en práctica en las aulas de la Universidad de Extremadura.
Toda su trayectoria universitaria, hasta el día de hoy, la interpreta como empeño de funámbulo por mantenerse, en el mundo académico, en el difícil equilibrio entre Ciencias y Letras, entre Tecnología y Humanidades. Convencido de la confluencia —y no divergencia— de la tecnología digital y la cultura, y de los efectos transformadores que traerá, centra su atención desde la segunda mitad de la década de 1970, y hasta la actualidad, en este trenzado, cada vez más estrecho y tenso, entre el desarrollo tecnológico acelerado y las transformaciones sociales.
En 1987 obtiene la cátedra de Historia Contemporánea, y el proyecto de investigación que presenta al tribunal es un hipertexto, Teoría y método en Historia Contemporánea, escrito con el pionero y fugaz programa Guide para Mac. Y en 1990 recibe el Premio de Ensayo FUNDESCO por su libro Navegar por la información. El libro es la proyección sobre papel de un hipertexto que había escrito para la pantalla, Por la orilla del hipertexto (Apple European University Consortium), publicado en español, francés e inglés.
En 1991 se traslada a la recién creada Universidad Carlos III de Madrid. Deja años muy provechosos en la Universidad de Extremadura y un gran número de alumnos y discípulos. En 2017 recibe el nombramiento de Profesor Honoris Causa de esa Universidad.
En 1992 promueve la creación del Instituto de Cultura y Tecnología, del que es su director. Un centro de estudio transdisciplinario que reúne a ingenieros, humanistas, juristas, documentalistas, comunicólogos… y de formación de posgrado a través de másteres: en Gestión Cultural, Innovación Educativa, Creación Teatral, Guión de videojuegos, Gestión de la industria cinematográfica, Dirección de la Empresa Audiovisual…
Además, participa como Decano en la creación de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación, y muy especialmente en sus estudios humanísticos.
Trabaja todos estos años en experimentar formas de escritura digital. Esta experimentación hace que en algunas ocasiones sea una labor artesanal, por lo que requiere que junto a la escritura haga él mismo la programación informática. La mayor parte de esos ensayos ha sufrido la obsolescencia tecnológica: El esplendor de la escritura, Los estilitas de la sociedad tecnológica, Historia interactiva de la Humanidad, Nuevos espacios, San Petersburgo antes de la Revolución, Imagen y Memoria de la UGT…
Interesado por la transformación educativa que se necesita, participa en los proyectos EducaRed, de Fundación Telefónica, entre los que está el de escritura mural EducaLab, y coordina el Laboratorio del Centro EducaRed de Formación Avanzada durante los años de su funcionamiento.
A la educación en red le ha dedicado desde un principio su atención. Mantiene actualmente dos cursos MOOC, uno en la plataforma edx.org, y en su cuarta edición, Utopedia. Educación para una sociedad del conocimiento; y otro en MiriadaX, La biblioteca vacía. El tránsito de la cultura escrita a la cultura digital. Y participa en másteres en red como el de Periodismo y Comunicación de la Ciencia y la Tecnología.
Convencido de la necesidad de nuevos narradores para este mundo tecnológico, que nos confunde, vuelca actualmente su actividad en la escritura de libros como Metáforas de la sociedad digital (SM, 2015), La Red es un bosque, audiolibro, libro electrónico y libro en papel (Storytel y Alt, 2017), colección de artículos publicados en el diario bez.es, y en estos momentos escribe una serie de artículos semanales publicados en El País Retina bajo el título Los alefitas: la vida en digital.